jueves, 19 de mayo de 2011

Castilla-La Mancha

Castilla-La Mancha es una comunidad autónoma española. Está formada por las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo. Limita con Castilla y León, Comunidad de Madrid, Aragón, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Andalucía y Extremadura.
Es la heredera de la región histórica de Castilla la Nueva, exceptuando a la provincia de Madrid, que se decidió que constituyera una comunidad autónoma uniprovincial separada de Castilla-La Mancha sin celebración de referéndum como en el caso de otras comunidades, tras la división territorial de EspañaConstitución de 1978, e incluye la totalidad de La Mancha, al incorporarse la provincia de Albacete (formaba parte de Murcia). posterior a la promulgación de la
Se rige mediante un Estatuto, aprobado en 1982 y cuya última reforma, que data de 2007,[2] está en proceso de aprobación en el Congreso de los Diputados. El estatuto establece que el poder regional es ejercido por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, presidida en la actualidad por José María Barreda Fontes, del PSOE. Ese mismo partido ostenta la mayoría absoluta en las Cortes de Castilla-La Mancha, formadas por 49 diputados. El Partido Popular es el principal partido de la oposición.

Historia

 Castilla-La Mancha es heredera de la antigua región de Castilla la Nueva a su vez, fue continuación de la antigua Taifa de Toledo que fue una de las taifas de Al-Ándalus cuya capital fue conquistada por Alfonso VI de Castilla en 1085. Posteriormente se reconquistaron las tierras de Cuenca, en 1177, y el resto meridional, que comprende el Campo de Calatrava, el Valle de Alcudia, y el alfoz de Alcaraz (Campo de Montiel y Sierra de Alcaraz), que serían consolidados en tiempos de Alfonso VIII de Castilla; estas últimas, a partir de la batalla de Las Navas de Tolosa, en 1212. Desde ese momento la historia de Castilla-La Mancha se funde con la del resto del Reino de Castilla, del cual pasa a formar parte.

En 1605 se publica la primera edición del libro que haría famosa una de las comarcas de esta tierra, Don Quijote de la Mancha, escrito por Miguel de Cervantes y Saavedra.
En 1785, con el ordenamiento territorial de Floridablanca, la región quedó dividida en las provincias de Cuenca, Guadalajara, Madrid, La Mancha y Toledo, mientras que las poblaciones de Albacete, Chinchilla, Almansa, Hellín y Yeste, con sus respectivas comarcas, pasaron a formar parte de la provincia y Reino de Murcia. En 1833, con la división provincial de Francisco Javier de Burgos, se modificaron los límites provinciales, la mayor parte de la provincia de La Mancha fue sustituida por la de Ciudad Real aunque parte de su territorio pasó a las provincias de Cuenca, Toledo y a la recién creada provincia de Albacete, formada con parte de los territorios de las antiguas provincias de Cuenca, La Mancha y Murcia, incluyéndose administrativamente en la Región de Murcia hasta la configuración autonómica actual, a pesar de que en 1869, durante la I República, esta provincia estuviera entre las firmantes del Pacto Federal Castellano y de que en 1924 su Diputación promoviera la creación de una Comunidad Manchega.
La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha surgió como tal, el 15 de noviembre de 1978 al constituirse como ente preautonómico. Su polémica denominación vino motivada por la falta de una identidad regional sólida que pudiese hacer frente a los provincialismos, que estaban fuertemente arraigados, lo que provocó la existencia de dos tendencias regionalizadoras: una pretendía la constitución de una Comunidad CastellanaComunidad Manchega formada por las provincias por donde se extiende esta región, tomando como precedente histórico, en parte, el antiguo núcleo de tierras que comprendía la provincia de La Mancha, declarada en tiempos de Carlos III. cuyos límites iban más allá del Sistema Central; y la otra, pretendía la constitución de una
Su Estatuto de Autonomía fue aprobado el 10 de agosto de 1982 (L.O. 9/1982, de 10 de agosto, que entró en vigor el 17). Hoy en día podríamos definir a Castilla-La Mancha como las tierras de la antigua Corona de Castilla situadas geográficamente en torno a La Mancha, que se extiende por parte de cuatro de sus provincias, más la provincia de Guadalajara. Por lo que, históricamente es heredera de la región de Castilla la Nueva, que con anterioridad a las divisiones provinciales comprendía aproximadamente el actual territorio castellano-manchego más la Comunidad de Madrid, provincia que finalmente no fue incluida en Castilla-La Mancha por motivos económicos y demográficos.

Clima

El clima de Castilla-La Mancha es mediterráneo con un marcado carácter continental, denominado mediterráneo continentalizado.
Es parecido al clima mediterráneo típico pero con características de climas continentales, de temperaturas más extremas. Este clima no recibe la influencia del mar, por lo que las temperaturas son mucho más extremas, veranos con mucho calor e inviernos bastante fríos con una oscilación de 18,5 °C. La estación estival es la más seca y se superan con gran frecuencia los 30 °C, alcanzándose esporádicamente más de 35 °C. Sin embargo, en invierno es frecuente que las temperaturas bajen de los 0 °C, produciéndose heladas en las noches despejadas de nubes y nevadas esporádicas.
Castilla-La Mancha se puede incluir dentro de la denominada tradicionalmente "España Seca". Las precipitaciones no son muy abundantes siguiendo un patrón muy parecido al del clima mediterráneo típico. Las precipitaciones presentan un notable gradiente desde el centro de la comunidad, donde no se alcanzan los 400 mm. al año, hacia las montañas en donde se pueden superar los 1.000 mm. al año, que se alcanzan en las vertientes de la Sierra de Gredos y la Serranía de Cuenca. En la mayor parte de la región llueve menos de 600 mm. No obstante, la zona más árida de la región es el eje de Albacete-Hellín, donde no se alcanzan los 300 mm. al año.

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